Solidaridad Obrera y el periodismo de raíz ácrata

Francisco Madrid
Ediciones Solidaridad Obrera.
234 pág. ISBN 978-84-920698-6-6. 20x14 cm. Rústica

La trinchera de papel

A raíz del centenario del periódico Solidaridad Obrera sale este magnífico libro sobre el periodismo de raíz ácrata. Son 234 páginas que se quedan cortas, que deja a los lectores con la necesidad de saber más, de ampliar conocimientos. Algo muy necesario en los tiempos que corren para el anarquismo.
Este trabajo, como se explica en la introducción se sustenta en un trabajo anterior sobre el Periódico libertario. Pero el autor en esta ocasión tiene un objetivo más ambicioso: trazar las líneas maestras de un estudio sobre el movimiento obrero de tendencia anarquista y sobre el movimiento anarquista basándose en el diario obrero y en el conjunto de actividades culturales desarrolladas por el Anarquismo. Es por tanto un trabajo ambicioso, pero que cumple con creces su objetivo.
Francisco Madrid nos invita a recorrer el frente cultural del Anarquismo español a través de seis capítulos. Organizados de una forma cronológica, de 1869 a 1939 los capítulos nos van mostrando de forma muy clara la evolución de la prensa y de la cultura libertaria.
En un primer capítulo se analizan las primeras actuaciones de la prensa anarquista. El autor nos describe las actuaciones de la Federación Regional Española (entre 1869 y 1874) y la Federación de Trabajadores de la Región Española (entre 1881-1888). Con el declive de esta última y la casi desaparición del colectivismo, empiezan a aparecer los primeros órganos anarco-comunistas. Es el caso de Justicia Humana o del que se convertirá en una de las cabeceras legendarias del movimiento libertario: Tierra y Libertad. En las páginas de estos periódicos se lanzará el planteamiento de algo poco estudiado y necesario para el conocimiento del anarquismo español así, en mi opinión, como algo imprescindible para los anarquistas de hoy y de mañana, el grupo de afinidad. Este primer capítulo narra además los principios de la prensa ácrata, sometida ya a vidas efímeras acogotada por el poder y por las carencias económicas.
El segundo capítulo se inicia con los sucesos de Montjuïc de 1867 y va hasta 1919. El autor nos relata con maestría el desarrollo de la prensa libertaria. Ante nuestros ojos desfilan las diferentes etapas del ya mencionado Tierra y Libertad, barcelonesa y madrileña. Nombres referentes de los frentes de lucha libertarios aparecen en este epígrafe: Ferrer i Guardia, su Escuela Moderna y el periódico por él inspirado La Huelga General o Federico Urales con la Revista Blanca y su suplemento que retomará la cabecera Tierra y Libertad. Pero es el momento del desarrollo de los grupos de afinidad anarquistas y sus medios de propaganda: decenas de cabeceras, de mayor o menor duración, surgen por toda la península.
Como decíamos unas líneas más arriba, parte del capítulo se lo queda el desarrollo de Tierra y Libertad. Sus primeros pasos como suplemento de la Revista Blanca, tras sus inicios como vocero anarco-comunista y su conversión en proyecto independiente, sus diferentes responsables, Federico Urales, el grupo 4 de mayo, Tomás Herrero...
En el tercer capítulo asistimos al nacimiento de la cabecera que da motivo al libro: Solidaridad Obrera. El autor nos relata sus primeros pasos como vocero de la Federación Local Solidaridad Obrera. Vamos a asistir al desarrollo del órgano bandera del sindicalismo, como el Tierra y Libertad era el del anarquismo más ortodoxo: sus diferentes etapas en Barcelona, Gijón o Vigo; su conversión en representante de la Confederación Nacional del Trabajo surgida en 1910; su desaparición de Barcelona en 1919, a pesar de salir clandestinamente pero de forma muy precaria, hasta su reaparición en 1923. Es el momento de los colosos del anarcosindicalismo: Seguí, Buenacasa, Pestaña.
El cuarto capítulo está dedicado a la época del pistolerismo. Se inicia el capítulo con el traslado del periódico a Valencia, ya que Barcelona es una ciudad en guerra. La CNT es acosada por los sindicatos de pistoleros de la Patronal. Esta situación de tensión se expande a Valencia donde se viven huelgas, represión y suspensión del órgano confederal. Pero no sólo Valencia, la cabecera se expande a Bilbao y Sevilla.
En este capítulo se analiza el fenómeno de la revolución rusa y, como la denomina el autor, “la anarquía bolchevique”.
El quinto capítulo se sitúa cronológicamente en los años de la dictadura de Primo de Rivera. Es época de persecución de los voceros libertarios. Solidaridad Obrera sigue sufriendo los ataques del poder, pero no sólo éstos, sino también los producidos por las luchas internas entre diferentes facciones Cenetistas (son años de lucha por el control de la organización entre la minoría comunista y los sectores anarquistas).
Se analiza también el nacimiento de dos revistas imprescindibles para la historia libertaria: La Revista Blanca y Generación Consciente-Estudios. También surgirán la Revista Nueva, Ética e Iniciales.
El sexto capítulo recoge un epígrafe La jauría: apuntes para una historiografía del anarquismo de obligada lectura para todos aquellos que deseen conocer cómo se ha escrito la historia del anarquismo en este país.
Solidaridad Obrera conoce su etapa más dilatada pero a su vez más accidentada, durante los años de la República. Años en los que la prensa anarquista y anarcosindicalista vuelven a la brecha. Con el golpe militar del 18 de julio de 1936 se produce un aumento espectacular de publicaciones libertarias en un nuevo panorama sociopolítico y económico. El desarrollo de la guerra hará que muchas de estas publicaciones desaparezcan producto de la carestía del papel o de la incorporación a filas de sus redactores. Surgirá en este momento un nuevo tipo de periodista en las filas libertarias: el reportero de guerra. Es el caso de Cecilia G. de Guilarte, de Armand Guerra o de Mauro Bajatierra.

Como vemos, el libro no es solo una historia de Solidaridad Obrera y del periodismo ácrata, sino todo un recorrido por el movimiento libertario. El autor consigue situarnos en el contexto histórico que nos ayuda a comprender cómo surgen las publicaciones, quién las funda y el porqué de su desaparición. Francisco Madrid nos expone cómo y por qué una prensa compuesta por militantes periodistas más que por periodistas militantes pudo convertirse en referente para miles de personas en un país donde el analfabetismo era brutal.
El libro es recomendable no sólo por su aporte histórico a algo tan fundamental como son las publicaciones ácratas (el autor ya realizó una tesis sobre el tema, se puede consultar en www.cedall.org) sino porque deja en el cerebro y en el corazón de los lectores esa semilla de esperanza que tanto necesita el movimiento libertario.